Dejar pasar el agua del tiempo bajo estos puentes,
y de pronto estrellarse con las piedras que van quedando
en los fondos sin fondos de muchos dias.
Hacer pasar los recuerdos
y ver como se van diluyendo en la boca enorme del tiempo.
Despues, con las horas encimadas en todo eso
que pudo haberse ido hasta alcanzar la forma indeleble,
renunciar a cualquier compromiso de acumulaciones,
solo con el afan de estar mas ligero que las figuras
que resbalan por la superficie del agua.
Esto lleva a buscar la enorme piedra en que el cuerpo domiria,
con la esperanza de que al otro dia, bajo los puentes,
algo mejor que todo lo extraviado llenaria el frio pozo de todas las ausencias.
